Al principio, la televisión fue inventada como un
medio de comunicación cuyo objetivo era principalmente informar.
Posteriormente, se le atribuyó también la capacidad de entretener a sus
espectadores, pero con el paso del tiempo ese entretenimiento ha llegado a
convertirse en ignorancia. Por ello, cada vez son más los programas que detrás
de entretenernos nos dan información que es incierta, manipulando nuestras
ideas, nuestras opiniones y que a la larga, influyen en la personalidad.
La televisión de hoy en día se
resume en tele basura como Sálvame, Mujeres y hombres y viceversa... De los que
sólo podemos aprender obscenidades, malos modales, un amplio repertorio de
palabras insultantes, conductas agresivas y una gran ausencia de sentido
crítico y de inteligencia.
La razón por la que la
televisión ha tenido tanto éxito, ha sido porque es una actividad que no
requiere ningún tipo de esfuerzo mental; y por lo tanto, no analizamos ni
reflexionamos lo que vemos ni nos damos cuenta de las consecuencias que tienen
en nosotros.
La tele basura se
encuentra en su apogeo. Cada vez son más las cadenas cuya parrilla se reduce a
programas que sacan noticias, pero lo abordan sólo desde temas externos como:
el sexo, la violencia, las drogas, el morbo y el escándalo distorsionando la
realidad sin que el espectador se dé cuenta. Detrás de las televisiones, existen
intereses y poderes sociales e ideológicos. Por tanto, deberíamos empezar a
cuestionar su objetividad y preguntarse el por qué de determinadas insistencias
en un tema, mientras se ignoran otros verdaderamente importantes.
En mi
opinión no podemos dejarnos dominar por lo fácil, por muy atractivo que sea, ya
que estamos dejando que nos manipulen y que piensen por nosotros. Como seres
humanos racionales no podemos ser un mero espectador de nuestra vida, sino que
tenemos que vivirla teniendo una visión clara de la realidad y cultivando
nuestra inteligencia día a día.
Cristina Domínguez Rodríguez.
Cristina Domínguez Rodríguez.
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